Curiosidad de la semana: avances para un mundo más
sostenible.
Un centro científico
español investiga en un ambicioso proyecto que pretende LOGRAR ENVASES MÁS FINOS, BASADOS EN EL ALMIDÓN DE
TRIGO, CON AHORRO EN COSTES Y MÍNIMO IMPACTO AMBIENTAL.
La idea es que entre dos capas de propileno se
introduce el almidón, que se ha demostrado como una barrera muy potente contra
los gases, como el oxígeno, lo que evita el deterioro de los alimentos.
El propileno es reciclable y el almidón, soluble en agua, es decir, biodegradable, por lo que los nuevos envases cumplirían el objetivo de reducir su impacto ambiental.
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